El Regalo: Angustia del Día del Padre



A las mamás siempre se les queda bien. Aunque la vida no te otorgara el "don de dar buenos regalos" sea por falta de gusto, tiempo, dinero... o la combinación de los tres, para tu mamá esa bufanda setentera de algodón a cuadros, ese collar de fantasía china o la colección de los éxitos de Amanda Miguel es el mejor regalo porque se lo diste tú: Su hijo o su hija. Y aunque lamente toda su vida que tienes la delicadeza de Mahmoud Ahmadinejad mezclada con el gusto de Dennis Rodman, algún uso le encontrará a tu regalo.

Con la mayoría de papás la historia es diferente.

A un papá difícilmente se le engaña con el truco de "es lindo porque te lo di yo... tu hijo". A los papás el regalo les tiene que gustar. Punto. Lo peor es que los papás ya están resignados a lo que van a recibir cada año:

A) Una versión ligeramente modificada del regalo del año pasado (una corbata de otro color, una nueva billetera, calcetines, o una pijama)

B) Un regalo "nuevo" (Un libro, una PDA que no sabe utilizar, un disco instrumental que va a escuchar una sola vez, etc) que pasará a ese archivo de regalos que se agradecen pero no se utilizan.

En Sweetopolis no te garantizamos que quedarás bien, pero si tu papá tiene escritorio probablemente disfrute un Kritter, si le gustan las cosas manuales quizás se entretenga armando un "Paper Robot" y si es músico probablemente le guste crear sus propias melodías en el "Music Box".

En el peor de los casos, si el regalo de Sweetopolis no le gusta, tú te entretienes con el regalo... algo que no podrías hacer con ese juego de pañuelos con iniciales que le regalaste el año pasado.

Paz,

Sweet
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¿Tienes una foto tuya con tu papá? Envíala a sweetopolis@misweetopolis.com o súbela en un Twitpic dirigido a @Sweetopolis y participas para ganarte un Paper Robot
o Paper Cow (tú eliges) más un llavero Monkey Led.



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